El golpe de Estado organizado por la oligarquía peruana y el imperialismo estadounidense ha desatado una insurrección popular. Durante casi dos meses, cientos de miles de campesinos, trabajadores y jóvenes han salido a las calles exigiendo la dimisión de la golpista Boluarte y la disolución del Parlamento dominado por la derecha y ultraderecha que la apoya.

A medida que la movilización ha ido aumentando, el Gobierno usurpador ha desatado una violenta represión contra los que luchan. La retórica racista y elitista, y la campaña de criminalización contra el pueblo, se ha conjugado con la militarización: el  Estado de Emergencia ha sido declarado en las regiones de Puno, Cusco, Callao y Lima, el ejército y la policía ha asesinado más de 60 manifestantes, y los heridos por arma de fuego de las fuerzas represivas y los detenidos son ya incontables.

Plantando cara a esta criminal respuesta desde el Estado y el Gobierno, el pueblo, los trabajadores y la juventud estudiantil ha resistido heroicamente, bloqueando las carreteras en todo el país, paralizando la actividad en el sector minero y movilizándose hacia Lima, la capital, cuyas calles están abarrotadas y clamando contra este Gobierno asesino.

Siguiendo la estela de los estallidos en otros países del continente, el pueblo peruano ha impulsado un gran Paro Nacional en diversos sectores, que ha incorporado a incontables organizaciones indígenas, campesinas, obreras y estudiantiles. En consecuencia, han surgido comités, asambleas populares y organismos de lucha para mantener la batalla.

Un gran ejemplo de esto ha sido la organización de la Marcha de los Cuatro Suyos en Lima, el pasado 19 de enero. Cientos de miles de personas, provenientes de los cuatro puntos cardinales del país, se dirigieron a la capital en una gran movilización. En una inspiradora muestra de autoorganización, las caravanas recibieron toneladas de víveres por allí por donde pasaban, mientras miles de limeños organizaban la bienvenida.

Las y los estudiantes de la Universidad de Lima, la Universidad Nacional de Ingeniería y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ocuparon los campus para convertirlos en campamentos operativos del levantamiento, jugando también un papel de primera línea en la marcha. Una vez más, la represión no pudo frenar a las masas en lucha, y la manifestación en Lima fue un éxito, paralizando la ciudad.

Como represalia, dos días después, el gobierno de Dina Boluarte envió a cientos de policías armados hasta los dientes para arrasar los campus universitarios. La impactante imagen de tanquetas entrando en la UNMSM ha dado la vuelta al mundo. Cientos de estudiantes fueron detenidos, víctimas de golpes, torturas y agresiones sexuales. En este momento, se calcula que 200 jóvenes siguen encarcelados arbitrariamente. En solidaridad con los universitarios encarcelados, se ha parado la actividad académica por todo el territorio y los estudiantes han llenado las calles, colocándose a la vanguardia del levantamiento. Las imágenes de jóvenes en primera línea de batalla recuerdan a los estallidos en Perú, Bolivia, Ecuador o Colombia.

Desde el Sindicato de Estudiantes del Estado español y desde Izquierda Revolucionaria nos solidarizamos con el pueblo y la juventud del Perú y su lucha por acabar con este Gobierno lacayo, con la opresión capitalista e imperialista. Como organizaciones internacionalistas, queremos denunciar el papel cobarde del Gobierno español, y de su presidente Pedro Sánchez, que desde el primer momento apoyó a la golpista Dina Boluarte, y se plegó a los dictados del Departamento de Estado de Biden, dando la espalda al pueblo peruano.

Queremos trasladar esta solidaridad a todos los familiares de las víctimas, a todos los compañeros y compañeras heridas y detenidas, a todos los luchadores que son una inspiración para los oprimidos del mundo. Sabemos bien que la lucha por un futuro digno, por la sanidad y la educación pública, por el empleo, contra la miseria y los recortes, por los derechos de las mujeres, los indígenas y el colectivo LGTBI, pasa por echar a estos derechistas del poder y acabar con el sistema capitalista peruano e internacional. No hay salida bajo el capitalismo y el imperialismo: hay que construir el poder obrero y socialista, hay que derrocar el orden de la oligarquía. Es la hora de la revolución socialista. 

¡Viva el levantamiento del pueblo y la juventud del Perú!

¡Abajo el gobierno asesino de Dina Boluarte!

¡Viva la revolución socialista peruana!

Madrid, 27 de enero de 2023


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