En estos momentos en Venezuela hay más de 100 trabajadores presos por la burocracia del estado. No estamos hablando de elementos de la derecha golpista -muchos de los cuales como parte de la negociación con la oposición de derecha y ultraderecha en México han sido liberados e incluso se han presentado como candidatos en las elecciones regionales del 21N- Se trata de luchadores que laboran para empresas como PDVSA, Aeropueto de Maiquetia y Santiago Mariño, empresas privadas de alimentos, empresas básicas de la CVG, sanidad, Corpoelec, entre otras, cuyo único “delito” ha sido exigir derechos laborales y sociales conquistados antes y durante los gobiernos de Chávez y denunciar los ataques, manejos y corruptelas de los burócratas y capitalistas.

Compañeros que están pasando por momentos amargos, muy duros, desde estar en prisiones con mucha insalubridad, que han enfermados por el miserable trato, mala alimentación, tortura psicológico incluso hasta el caso sentenciado con condenas injustas sobre la base de un falsos positivos – el obrero Ronny Alvares - que ha sufrido estar en una cárcel común, expuesto a la violencia de delincuentes peligrosos y haber vivido varios intentos de asesinato contra su vida, cuando el verdadero culpable de lo que se le acusa sigue libre y respaldados por políticos del gobierno.

Mientras siguen aumentando los casos de represión contra la clase obrera que lucha y no se quedan callados reclamando sus derechos Constitucionales, laborales y contractuales, siendo encarcelada hasta por denunciar la corrupción y en cambio se dejan en libertad a dirigentes políticos de derecha como Freddy Guevara entre otros involucrados en asesinatos de líderes sociales chavistas o ciudadanos pobres de nuestras barriadas. Estos fascistas que han quemado vivo a seres humanos solo por identificarse con el socialismo y la revolución, se amparan ante organismos internacionales pro capitalistas y aprovechan todo momento de dialogo con la burocracia del gobierno como en las mesas de noruega y últimamente la instalada en México, para de inmediato solicitar y conseguir liberaciones que logran con la restitución incluso de derechos políticos de ser elegidos hasta en cargos públicos. 

Levantar un frente de la izquierda anticapitalista contra la represión y criminalización de la lucha obrera y popular

Desde Izquierda Revolucionaria revindicamos el derecho a la protesta de los y las trabajadoras que vilmente está siendo cercenado. La clase obrera no es saboteadora, mucho menos criminales, ni terroristas, ni parásitos burgueses, ni escorias políticas. Somos quienes ponemos en arranque el aparato productivo del país, merecemos respeto y que se cumplan nuestros derechos. 

Por ello exigimos la liberación inmediata de todos y todas las camaradas que permanecen encarcelados, perseguidos o represaliados en Venezuela por luchar por auténticas políticas de izquierda y combatir las políticas antiobreras y antipoplares de los burócratas y capitalistas corruptos, nos solidarizamos con todas las campañas y acciones que se vienen impulsando desde diferentes organizaciones políticas y sindicales de izquierda exigiendo la liberación de diferentes activistas y militantes obreros presos y llamamos a coordinarlas en una gran campaña nacional unificada.

La Alternativa Popular Revolucionaria, el Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora y todas las organizaciones políticas y sindicales que integramos ambos frentes, asi como al Diputado de la Asamblea Nacional Oscar Figuera del PCV y los candidatos y candidatas de la izquierda antiburocrática y anticapitalista que salgan elegidos este 21N deben asumir esta reivindicación como un punto central, impulsando un frente único de lucha con un plan de acciones coordinado con todas las regiones del país, llamando al resto de sindicatos clasistas, activistas obreros y populares, organizaciones sociales y políticas de izquierda presentes en cada región y a nivel nacional a extender nacionalmente la lucha por la libertad de todos los trabajadores y trabajadoras presos y contra cualquier forma de represión y criminalización de las lucha obrera y popular.

Como primer paso debemos impulsar asambleas de los comités de acción o núcleos de lucha ya constituidos, o crear esos comités de acción en cada barrio, centro de trabajo, centro de estudio, pueblos, etc donde no haya, para denunciar los diferentes casos de represión y encarcelamiento que se están produciendo, difundir esos casos entre el conjunto del pueblo y el movimiento obrero y organizar la respuesta, desarrollando acciones propias y coordinándolas con las iniciativas ya en marcha del comité de familiares y amigos por la libertad de trabajadores presos, preparándonos así para movilizaciones cada vez más amplias y contundentes.

Además, al mismo tiempo que impulsamos la lucha contra la represión y por derechos democráticos básicos como los de huelga y manifestación, el derecho a organizarnos política y sindicalmente y la defensa de la libertad de expresión, desde la APR, el FNLCT y el conjunto de la izquierda anticapitalista debemos vincular esta lucha a todas las demás necesidades y reivindicaciones obreras y populares, explicando de manera paciente pero firme que el único modo de impedir que sigan deteriorándose nuestros derechos democráticos y sociales es plantear un programa genuinamente socialista que arranque el poder de las manos de los capitalistas y burócratas, nacionalizando los bancos, la tierra y las industrias básicas bajo administración directa de los trabajadores y el pueblo.

¡Solo la lucha Cambia la Vida!


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