He aquí un libro estremecedor sobre la revolución alemana de 1918-1919. La literatura política en castellano sobre este acontecimiento es escasa y sumamente difícil de encontrar. Clásicos como el libro de Pierre Broue La revolución alemana hace tiempo que están descatalogados, por eso el libro de Haffner, publicado en 2005 por Inédita Editores, cobra aún más importancia para todos aquellos interesados en conocer en profundidad la gesta revolucionaria de la clase obrera alemana que de triunfar pudo haber cambiado la historia del mundo e impedido, muy probablemente, la posterior degeneración burocrática de la URSS.
Estructurado en quince vibrantes capítulos, el libro abarca la historia de la revolución en todos sus matices. Desde la configuración del Estado alemán, surgido de la unificación protagonizada por los junkers prusianos bajo el mando de hierro de Bismarck; hasta el papel de la socialdemocracia (SPD), como el partido más poderoso del país, y su rápida transformación en un baluarte del régimen burgués durante la I Guerra Mundial.
Pero el meollo del libro son los capítulos dedicados al estallido de la revolución tras la derrota de los ejércitos imperiales en los campos de batalla, llenos de rigor informativo y recorridos por un análisis penetrante que transmiten todo el heroísmo de aquella hazaña: El levantamiento de los marineros de la Tercera Escuadra en Kiel el 4 de noviembre de 1918, quienes eligieron sus consejos, desarmaron a sus oficiales, se armaron e izaron la bandera roja; la desesperación de los líderes del SPD por contener la revolución desde sus inicios, tratando de evitar la extensión del movimiento de los marinos y constriñendo la acción de las masas a un cambio cosmético de gobierno; el impulso irresistible de la revolución, que desbordó por completo los diques de contención que la burguesía alemana había improvisado desesperadamente y apresuradamente con la colaboración de los líderes socialdemócratas. El fresco pintado por Haffner da una idea de aquellas horas decisivas: "[Los marineros de Kiel] instintivamente tenían una cosa clara: Tras haber dado en Kiel el gran salto, tras haber acabado con la autoridad local y tras tener la ciudad en sus manos, el movimiento no debía quedar circunscrito únicamente a Kiel (...) De la misma forma que del amotinamiento se había llegado a la revuelta, de la revuelta debía surgir ahora la revolución: es decir, los rebeldes, tal y como había ocurrido en Kiel, debían hacerse con el poder en todos los rincones del país. (...) Por dondequiera que pasaran los marineros se les unían los soldados de las guarniciones y los trabajadores de las fábricas, como si les hubieran estado esperando; prácticamente en ningún lugar encontraron una firme resistencia; por todas partes, el orden vigente se desmoronaba como un castillo de naipes. (...) Durante el transcurso de esa semana, la Alemania occidental pasó de una dictadura militar a una república de los consejos. Las masas que se levantaron no desencadenaron el caos, sino que establecieron por doquier los elementos toscos y rudimentarios, aunque claramente reconocibles, de un nuevo orden (...) se estableció la nueva autoridad revolucionaria de los consejos de trabajadores y soldados".

La traición de la socialdemocracia

El valor del relato de Haffner, por encima de cualquier otro, es la descripción pormenorizada que realiza de la traición de los dirigentes socialdemócratas a la revolución. La actuación de Ebert, Scheidemann y Noske para hacerse con el control de los consejos y evitar el triunfo de una república soviética en Alemania, de la misma manera que sus colegas mencheviques y eseristas en los soviets rusos, son tratadas brillantemente a través de una información exhaustiva e inapelable, de la que se pueden extraer grandes enseñanzas.
También las  vacilaciones de los dirigentes revolucionarios, tanto de los líderes del USPD (Los socialdemócratas independientes, escindidos del SPD en 1916), como de aquellos que mejor expresaron las aspiraciones revolucionarias de las masas alemanas -los militantes de la Liga Espartaquista y sus dirigentes reconocidos, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht-, son abordadas sin ningún atisbo de justificación. No obstante, Haffner sabe distinguir perfectamente entre las víctimas y los verdugos: "Liebknecht y Luxemburgo encarnaban más que nadie la revolución alemana tanto para su amigos como para sus enemigos (...) Comprendieron mejor que nadie el doble juego que practicaban desde un principio aquellos que estaban destinados a dirigir la revolución. Eran los lúcidos testigos que había que matar para acallar su voz, sobre todo la de Rosa Luxemburgo. Su asesinato fue el asesinato del valor y de la inteligencia, el asesinato de la verdad".
Haffner plantea además otra tesis fundamental: la utilización por parte de la socialdemocracia de los futuros mandos y cuerpos militares que conformarían la espina dorsal del nazismo, las bandas de las SA y SS, para reprimir, asesinar y encarcelar a los militantes revolucionarios durante la guerra civil que se extendió por todo el territorio alemán desde enero a mayo de 1919.
Es difícil sintetizar en un espacio limitado la profunda impresión que causa la lectura de este gran libro. Más allá de interpretaciones que Hafner hace sobre el carácter de la revolución, que pueden ser cuestionables desde un punto de vista marxista, el texto ofrece una panorámica profunda  y conmovedora de la revolución alemana. Sin duda, un auténtico tesoro que todo militante revolucionario debe leer y colocar en un lugar de honor en su biblioteca.


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