ImpulsemoselConsejoNacionaldeHuelga1_zpsf3875726¡Alto a la represión!

Los acontecimientos de éste viernes 13 de septiembre han marcado un nuevo punto de inflexión en la lucha de clases de nuestro país: como no se había visto desde 1968 en la capital del país, ese día el Estado desplegó un estridente operativo de fuerza para recuperar el zócalo capitalino tras 25 días de plantón de la CNTE, pretendiendo con ello doblegar la férrea y ejemplar resistencia del magisterio democrático frente a la reaccionaria Reforma Educativa y sus leyes secundarias. Los hechos se desarrollaron pocos minutos después de las 16 horas tras el fracaso de las negociaciones entre los dirigentes de los profesores y las autoridades del gobierno federal. El saldo fue de al menos 100 detenidos y varios heridos.

Al momento de ingresar al zócalo la mayor parte de los profesores ya se habían trasladado a la plaza del monumento de la Revolución, sin embargo en el transcurso del día, y en lo que los integrantes del CNTE se trasladaban a otro punto, las tensiones se intensificaron significativamente a consecuencia de los constantes amagues de las fuerzas represivas para actuar, viéndose los profesores obligados a instalar barricadas con la intención de protegerse ante un eventual ataque.

Finalmente tras la entrada de los cuerpos represivos a eso de las 16:10 horas a la plancha del zócalo la resistencia se limitó a unas cuantas centenas de profesores y estudiantes; así el CNTE evitó un choque frontal entre el grueso de sus integrantes y los cuerpos policiacos. En esencia el CNTE optó por un repliegue organizado que posteriormente le permitiera reagruparse. En esos momentos los profesores no tenían otra alternativa.

Sin embargo el Estado no quedó satisfecho con la recuperación del zócalo y desplegó a sus fuerzas represivas para perseguir y golpear a grupos de profesores dispersos en diferentes calles del Centro Histórico.

Un hecho a todas luces reprobable es la forma en que Mancera, titular del GDF, actuó abiertamente como cómplice de Peña Nieto para reprimir a la CNTE; sin el apoyo de Mancera la represión habría tenido de frente una serie de importantes obstáculos para su desarrollo. Sin embargo eso no fue así y, por el contrario, Mancera actuó a contra sentido traicionado de esa forma a los millones de trabajadores que le dieron su voto al frente del PRD como candidato al GDF. Es por ello que Mancera tiene que ser obligado a dimitir por medio de la movilización de esos millones de trabajadores y jóvenes que votamos por él y emplear esa misma movilización para forzar el que sea sustituido por alguien con vínculos probados con el movimiento y no por un panista o priista, ni tampoco por un chucho.

No obstante la agresión y el desalojo del zócalo capitalino, el resultado final de la jornada del 13 de septiembre está muy lejos de ser el esperado por el Estado, mismo que pretendía saldar cuentas de una vez por todas con la CNTE y obligar a los profesores a doblar las manos para terminar aceptando la política antiobrera de Peña Nieto. El movimiento del magisterio democrático aún posee fuerzas suficientes para retomar la iniciativa y lanzarse nuevamente en pos de sus intereses; esta aseveración no sólo se basa en la incuestionable tenacidad de los integrantes de la CNTE acantonados en el DF, sino también en las magníficas demostraciones de lucha que el miércoles 11 se extendieron a 22 estados de la República. A pesar del montaje mediático que acompañó la entrada de los granaderos al zócalo, mismo en el que se pretendía vender la idea de una CNTE derrotada, el movimiento magisterial está en fuertes posibilidades de pasar a la ofensiva para frenar a Peña y a sus planes, sin embargo es importante que saquemos todas las lecciones necesarias de los recientes acontecimientos de lucha para que en un nuevo capítulo impulsemos las medidas adecuadas para enfrentar al Estado con acciones a la altura de las circunstancias.

ImpulsemoselConsejoNacionaldeHuelga2_zpsa1a06851Siendo así, un hecho sobre el que es necesario insistir es la responsabilidad que tienen dirigentes como AMLO y Hernández Juárez de la UNT, por ejemplo, quienes no han hecho ningún llamado serio para organizar a la base de Morena y de los sindicatos para luchar a lado de la CNTE, en todo caso se han limitado a realizar tímidas declaraciones de solidaridad; de hecho una declaración firme de parte de estos dirigentes llamando a salir a las calles y a paralizar el país horas antes de la represión del 13 de septiembre, habría sido bien respondido por los trabajadores y la juventud, cambiando rápidamente todo el escenario y viéndose así Peña obligado a regresar a los cuerpos represivos a los cuarteles. Sin embargo eso no sucedió y el resultado es el que todos conocemos. Ante ello los militantes de Morena y los sindicalistas de base debemos asumir una actitud firme frente a nuestros dirigentes y exigirles que llamen a luchar al lado del CNTE.

Otro factor a solucionar es la necesidad de organizar brigadas de profesores que se lancen a todas las escuelas de enseñanza media y superior para informar, agitar y ganar el apoyo en la acción del estudiantado del DF y de todo el país; el CNTE no debe perder tiempo y, por el contrario tiene que  lanzarse a todos los centros de estudio a la brevedad posible para animar el impulso de asambleas en escuelas y facultades para organizar movilizaciones y un paro de universidades; la CNTE en apoyo del movimiento estudiantil debe hacer lo posible para que en el IPN, la UPN, la UACM, se siga el ejemplo de los estudiantes de la UNAM en CU quienes desarrollaron ese mismo día 13 una masiva asamblea en el auditorio Che Guevara, misma en la que estuvieron representadas la mayor parte de las Facultades y en la que acordaron movilizaciones y un paro estudiantil en apoyo al magisterio democrático.  Pero también esas brigadas informativas de profesores se tienen que dirigir hacia las fábricas y las colonias populares para ganar el apoyo de esos sectores de la clase trabajadora.

Tenemos que apostarle a la unidad de la clase trabajadora, de la juventud y de sus organizaciones para marchar todos juntos y a la misma hora  ¡Ninguna lucha aislada más!

Por otro lado, con esas acciones represivas, ha quedado demostrado que el Estado que no estará dispuesto a  aceptar nada si no es obligado. Esta realidad es válida no sólo para la CNTE sino para el conjunto del movimiento obrero y estudiantil. Vivimos un momento del capitalismo en México en el que cada vez las posibilidades de una nueva recesión económica se acrecientan y en el que, por consecuencia, también crece la necesidad de la burguesía y su gobierno por implementar políticas de choque cada vez más severas contra las condiciones de vida, de trabajo y de estudio de las familias trabajadoras; todo ello significa que las contrarreformas laboral y educativas son insuficientes para los intereses del gran capital. En ese contexto se enmarca la contrarreforma petrolera y es en el que ya se preparan más ataques al IMSS, al ISSSTE y a las universidades públicas por citar algunos ejemplos. El hecho es que si no frenamos a tiempo los planes de los banqueros y los empresarios, veremos la manera en que en poco tiempo las filas de la pobreza se incrementan significativamente.

De ese modo, dada la profundidad de los ataques que ya prepara la burguesía y sus ahora abiertas intenciones de implementarlos usando la fuerza bruta en caso de ser necesario, el conjunto de la clase trabajadora y la juventud junto a nuestras organizaciones debemos lanzar un sólo frente de batalla que impulse la conformación de un Consejo Nacional de Huelga (CNH) para que desde ahí se impulse un paro nacional que se extienda al país entero y en él se integren comités de acción y lucha electos en todos los centros de trabajo, universidades, barrios obreros, ejidos y comunidades. El CNH debe ser transformado en el eje que cohesione a la clase obrera y a la juventud.

También es importante que tomemos todas las medidas necesarias para aislar del movimiento a todos los provocadores y cuanto grupo e individuo adopté métodos aventureros y ultraizquierdistas de lucha. Al igual que los provocadores, esa clase de individuos o grupos con sus acciones lo que sólo hacen es regalarle la justificación que necesitan los cuerpos represivos d para lanzarse contra los trabajadores. Contra el peligro de la provocación necesitamos organizar brigadas de seguridad bien disciplinadas y controlados por el movimiento  y que tengan como tarea aislar y expulsar de la lucha a los provocadores y cuanto individuo actué de manera similar.

Para tener mejores garantías de éxito en la lucha y para obligar al Estado a dar marcha atrás en su política represiva, es necesario elevar el grado de organización y de lucha de la clase trabajadora por medio de una mayor unidad en  la acción y través de acciones que demuestren la verdadera fortaleza de los trabajadores y la juventud, como el caso de la huelga general. Ese el camino más sólido para apoyar a la CNTE y defender a la educación pública y al petróleo contra la avaricia del gran capital.

AMLO y todo aquel dirigente sindical y de masas que verdaderamente quiera a luchar por los derechos de los pobres, los trabajadores y la juventud, debe adoptar una política como la antes expuesta.

Compañero únete al Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y lucha por una por éste plan de acción.


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