Este 23 de Enero, al igual que en los anteriores los medios de comunicación nos llenaron con una serie de informaciones sobre los sucesos del 23 de enero de 1958, cuando el pueblo venezolano, aprovechando una serie de fisuras aparecidas en el seno de la burguesía y el imperialismo, ponen en huida al gobierno de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, con una fuerza tal que dislocan durante un breve tiempo el aparato policial del Estado burgués y no solo a la Seguridad Nacional.

Nosotros indiscutiblemente reivindicamos el 23 de enero como una fecha donde el pueblo demostró la fuerza que es capaz de desarrollar a la hora que se unifica en torno a objetivos concretos, pero así mismo las limitaciones del mismo cuando éste no ha construido una vanguardia política socialista revolucionaria de carácter marxista, que sepa aprovechar esas coyunturas para poner sobre el tapete las propuestas adecuadas que permitan construir el puente entre las tareas democrático burguesas, como en este caso las libertades democráticas de organización, manifestación y opinión y las tareas de poder obrero y popular que conduzcan hacia la constitución de un verdadero gobierno de los trabajadores, es decir un gobierno socialista.

El 23 de Enero y las fuerzas políticas existentes
En esos años las fuerzas políticas fundamentales eran AD, COPEI y URD, representantes de diferentes capas de la burguesía industrial sustitucionista, importadora exportadora, agropecuaria y de los terratenientes, así como de sectores de la pequeña burguesía. Del otro lado, es decir como principal partido u organización obrera que se reclamaba marxista, estaba el Partido Comunista.

De estos partidos, los que habían sufrido la represión más dura fueron el PCV y AD. COPEI recién había deslindado posiciones con el gobierno y URD, sus cuadros fundamentales estaban en el exilio.

Acciones previas al 23 de Enero

La resistencia organizada contra la dictadura militar se había reducido a pequeños círculos de activistas políticos, los cuales se habían unificado y vinculado a sectores militares y empresariales descontentos con el régimen de MPJ, el cual había tenido algunas contradicciones con el imperialismo norteamericano.

El 20 - 21 de diciembre de 1951 se produce el paro de los grandes periódicos que sirven de aldabonazo contra la dictadura. El 1º de Abril sectores de la aviación de Maracay se alzan y sobrevuelan Caracas con aviones caza.

La represión selectiva se intensifica en todo el país, pero la conspiración ya estaba montada, con la esperanza que la situación social no se radicalizara, pero como suele suceder, una cosa piensa el burro y otro el que lo arrea y el 23 de Enero, en lo que se pensaba iba a ser una cuasi golpe palaciego, las masas populares, sobretodo en Caracas, salen a la calle.

El 23 de Enero

Al saberse la noticia de la huida del dictador, el pueblo de Caracas y de otras ciudades sales a la calle. Uno de los primeros objetivos son los calabozos de la Seguridad Nacional. El ejército que había tomado las calles no se atreve a tomar por asalto y liberar a los prisioneros. Es el pueblo, quien hasta en actos donde le arrebata los fusiles a los soldados, inicia el combate contra los esbirros, asalta la sede de la SN y libera a los presos.

La primera Junta de Gobierno, la negociada por AD, COPEI, URD y PCV, está compuesta por puros perejimnistas o ex, y la encabeza el Vicealmirante Wolfang Larrazábal. El pueblo de Caracas se lanza a protestar esta composición y la Junta es reestructurada, sacando a dos de sus miembros sustituyéndolos por el empresario, nacido de las prebendas del Estado Eugenio Mendoza, quien más tarde construiría el imperio industrial comercial más poderoso del país (60 - 70 - 80) y a es decir un cambio para que se cumplieran los acuerdos políticos de cambiar para que nada cambiase.

El pueblo en la calle, inicia todo un proceso de reconstrucción de sus organizaciones obreras y populares. Las Juntas Comunales en los barrios y los sindicatos en las empresas son el primer síntoma de la organización de la revolución social que se había iniciado con la huida del dictador. El otro síntoma de la radicalización social fue el crecimiento vertiginoso del PCV y la Juventud Comunista, que tan solo en Caracas de un centenar de militantes pasó en pocos meses a miles de militantes tan solo en la Capital; así mismo sucedió en Acción Democrática y hasta en URD, donde se habían formado fuertes alas radicales que más tarde dieron origen a una poderosa ala sindical obrero y campesino y a un poderoso Movimiento estudiantil de izquierda, alas que se vieron influenciada por el triunfo en el año 1959 de la insurgencia y posterior revolución socialista cubana.

Los acuerdos y medidas para la desmovilización de las masas
El Imperialismo, la burguesía y sus políticos que habían venido preparando el recambio de la dictadura en acuerdo con los partidos burgueses más importantes, hecho que se concretizó en el llamado Pacto de Nueva York, al ver como en las primeras de cambio las cosas no le estaban saliendo como querían, aplicaron una política desmovilizadora consistente en un Plan de Emergencia para subsidiar el desempleo, el cual se desarrolló sobre todo en Caracas, la ciudad donde la población estaba más radicalizada e impulsaron un pacto de Paz Laboral, que incluía, y era lo necesario al PCV. Este pacto estipulaba que durante los próximos dos años los firmantes se comprometían a paralizar cualquier discusión de contratos colectivos a fin de fortalecer “a la naciente y debilitada burguesía nacional”. Con este pacto se amarraba al movimiento obrero al carro de la burguesía, a fin de que no se profundizase el proceso social revolucionario abierto el 23 de enero.

Aparte de estas dos medidas, la Juventud Comunista como vanguardia política que había asumido el papel de vigilancia de la ciudad de Caracas y en otras ciudades como Barquisimeto, con conformación de las Brigadas universitarias en Caracas y con los estudiantes del Liceo Lisandro Alvarado en Barquisimeto, en vez de desarrollar estos elementos embrionarios de poder dual, tal y como se desarrollaron en Bolivia en 1952, en 1970 y en Octubre de 2003, acuerda disolver y entregar a la Junta Cívico Militar compuesta por puros representantes de la burguesía (militares y civiles) para que el nuevo gobierno burgués pudiera estabilizarse y desmontar toda la movilización social existente.

Cuando se convocan las elecciones, las cuales pudieron servir para fortalecer una opción de poder obrero y popular, que todavía tenía condiciones excepcionales para desarrollarse se presentan 4 candidaturas, todas burguesas, aunque una de ellas, la del ex Vicealmirante Larrazábal, impulsada y apoyada por el PCV.

Con el lanzamiento de la candidatura de Larrazábal, el PCV culminaba el desarrollo de toda su concepción política etapista de la revolución, con lo que entregaba una oportunidad de desarrollar la toma del poder a los enemigos de la clase obrera y del pueblo. Para el PCV el problema no era el presentarse como una alternativa clasista y socialista, sino como un defensor más de la democracia burguesa que se esperaba alcanzar. Que el pueblo en la calle hubiese sido quién tomó por asalto la Seguridad Nacional, arrebatándole inclusive los fusiles de las manos a los soldados para atacar a los esbirros del régimen caído, que confraternizaran con ellos profundizando las fracturas lógicas que se dan en este tipo de situaciones, que el pueblo hubiese desarrollado una poderosa red de organizaciones obreras, populares, campesinas y estudiantiles que se planteaban tareas de profundización del proceso democratizador y que hasta hubiesen asumido tareas de doble poder como el control de ciudades en sustitución de la policía, eso no era lo importante, despreciando con esto el análisis concreto de la relación de fuerza entre las clases sociales en pugna por el poder, como son la burguesía y sus aliados y la clase obrera y demás sectores populares del otro. No se valorizó en su exacta dimensión el análisis de la poderosa dinámica organizativa y de la crisis del aparato estatal burgués y desarrollo del doble poder.

Era tal la fuerza social desatada que en las elecciones el PCV ganó las elecciones en la ciudad de Caracas. Le ganó a AD, el partido triunfante en toda Venezuela, pero en la capital de la República donde se había desarrollado el principal movimiento de masas y el casi exclusivo en los días siguientes a la caída de MPJ, sacaron más de 100.000 votos.
En el dogma estalinista, no se podía avanzar en el fortalecimiento de la dinámica social y el desarrollo del doble poder y había que frenar el movimiento de masas, pues según el momento era de la burguesía para que esta se fortaleciese y en una segunda etapa, le tocaría al proletariado y sectores populares instaurar su gobierno. Pues bien, la burguesía, representada políticamente y también con hombres surgidos de sus filas desarrolló su gobierno, el único que le era posible darse, uno en alianza con la burguesía imperialista, fundamentalmente de origen estadounidense, que era la que había salido triunfante de la confrontación interimperialista conocida como la segunda guerra mundial.

Este fue el significado del Pacto de Punto fijo entre AD, COPEI, URD con respaldo de la Iglesia católica, la misma que hoy milita en la contrarrevolución proimperialista contra Chávez y el movimiento social que le respalda.

La burguesía, aprovechando el Pacto de paz laboral acordado con el PCV, impulsó el fortalecimiento de su ala sindical representado por AD, COPEI y URD e impulsó hasta con métodos gangteriles la fractura de la recién constituída CTV, produciéndose una escisión en el peor de los casos 55 a 45 a favor de AD, COPEI, URD.

Más de tres años después de caída la dictadura perezjimenista e iniciado el ascenso de las masas explotadas y oprimidas, a pesar de la Paz Laboral firmada en desmedro de los intereses de los trabajadores y de la presión puesta por el gobierno y los empresarios privados para inclinar de manera determinante la balanza sindical a favor de sus brazos sindicales, casi la mitad de la clase obrera organizada rompió con el sector oficialista. (Aquí no estamos haciendo una valoración política de lo correcto o no de dicha división, tan solo una cuantificación de la misma.) Pero ya eran los momentos finales de la etapa abierta el 23 de enero.

El papel de Larrazábal

Larrazábal, quien ha sido ponderado como un gran demócrata y líder del movimiento antiperejimenista no es tal. Como suele suceder en momentos en que la burguesía requiere cambiar de una dictadura militar a un gobierno democrático, o simplemente de un gobierno a otro, aparecen las figuras “independientes”, anti dictatoriales o democráticas, que tan solo son figuras salvadoras del capitalismo y si encuentran terreno fértil para aparentar lo que no son, pues el mandado está hecho. Larrazábal es una de ellas que se apoyó en la fuerza política del PCV, para aparentar ser el antiperejimenista y demócrata necesario.

Aquí vamos a analizar tan solo un hecho que es revelador de la característica política de esta figura del 23E, que con el solo hecho de haber llegado a vicealmirante bajo un gobierno que tenía vigilado a las Fuerzas Armadas con sus temidos cuerpos de seguridad, debería ser un indicativo pero vayamos al momento de las negociaciones para formar la primera Junta de Gobierno, donde sin ninguna excepción fueron colocados fichas identificadas con el gobierno del dictador Pérez Jiménez y el vicealmirante había sido parte de esas negociaciones. Él estaba claro de quienes le iban a acompañar para cambiar para que nada cambiase. Solo la acción espontánea del pueblo caraqueño principalmente que se lanzó a la calle a protestar la composición de la Junta de Gobierno, empujó a una modificación cosmética de dicha Junta. Modificación que no fue debidamente denunciada por el principal partido que se reclamaba marxista, el PCV, y no podía hacerlo por lo que ya hemos señalado y que todavía hoy día sus dirigentes justifican, señalando que lo sucedido posteriormente tan solo fue la “traición” impulsada por los dirigentes de Acción Democrática, cuando lo cierto es que los dirigentes de Acción Democrática tan solo cumplieron con su papel de partido burgués, que tenía que darle paso a las alianzas con las transnacionales y la embajada gringa, a menos que quisiese jugar el papel de partido revolucionario que le correspondía jugar al PCV.

23 de enero de 2003

El triunfo de Chávez tiene un significado parecido a lo que fue el 23 de enero de 1958, desde el punto de vista que su triunfo contribuye a impulsar una radicalización social que por ha estado llena de momentos donde se ha podido desarrollar elementos de doble poder que marcaran el camino hacia un verdadero gobierno de los trabajadores como lo dice el programa fundacional de la UNT.

El triunfo de Chávez disloca todos los aparatos partidistas de la burguesía. No fue una simple derrota electoral, sino un\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\a derrota que los hizo desaparecer del mapa político real durante casi cuatro años. Este triunfo le permitió a Chávez imponer las condiciones para la elección de la Asamblea Constituyente y si no llegó más lejos, fue porque Chávez mismo le permitió a los partidos derrotados sobrevivir en el Congreso Nacional y hasta los protegió del pueblo que quería asaltar la sede de dicha institución burguesa. Posteriormente, a raíz de la renovación sindical, en momentos de cerrado el período de la Asamblea Nacional Constituyente y pasado el referendo que aprobó la nueva constitución, los dirigentes sindicales de la CTV, estaban escondidos y huyendo del país y nuevamente los errores cometidos al alargar innecesariamente la convocatoria a elecciones, tratando de garantizar un aparato de incondicionales, más los errores cometidos en la política gubernamental hacia los trabajadores del sector público, oxigenan a esta burocracia y la reviven, perdiendo la gran oportunidad de acabar con el único aparato donde sobrevivían los aliados de la burguesía y del imperialismo.

Luego, cuando el triunfo del 13-14 de Abril, cuando el pueblo rescata a Chávez de manos de los golpistas, éste en vez de ordenar su detención y encarcelamiento como era debido, sale a decir que los perdona y todo el movimiento organizado que surgió en todos y cada uno de los rincones del país, especialmente los llamados Círculos Bolivarianos, que nacieron como organizaciones políticas para defender el proceso revolucionario, y por ende eran embriones de poder dual, fueron desnaturalizados convirtiéndolos en simples organizaciones de gestoría, y hasta se pretendió verlas como la base electoral de algunos dirigentes y no como embriones de poder. Más adelante, cuando el lockout patronal del 2D, cuando la clase obrera petrolera y de otras empresas, respondió con la toma de la refinería de El Palito y de Puerto La Cruz, desarrollando el Control Obrero de la producción, con lo que sentaron las bases para la derrota del paro proimperialista, una vez derrotado, el gobierno en vez de impulsar esta experiencia para extenderla a toda la industria petrolera y crear un nuevo modelo organizacional de las empresas que pudiese ser trasladado a los Ministerios y dependencias del Estado, se le dejó morir y hoy es solo parte de la conciencia de los trabajadores. En el mismo mes de enero de 2.003, ante la amenaza de paro educativo, miles de hombres y mujeres del pueblo se pusieron en movimiento en todo el país para evitar el cierre de los planteles educativos, pero no aprovechó tampoco este momento para establecer un control democrático de la educación.

En esta política de no aprovechar los momentos cumbres de mayor desarrollo de la participación obrera y popular la responsabilidad no es solo del gobierno, sino también y sobre todo de los sectores revolucionarios que decimos que hay que profundizar el proceso revolucionario, pues es a nosotros a quien nos corresponde marcar el camino hacia la toma del poder político económico para que se constituya un gobierno obrero y popular en una Venezuela socialista.

En la etapa de la lucha de clases que se está viviendo en el País, al igual que el 23/01/58, el dilema planteado es si nos mantenemos dentro de los marcos del capitalismo y entonces tenemos que atenernos a sufrir un serio retroceso en las conquistas democráticas alcanzadas, o avanzar en la profundización del poder obrero y popular mediante el desarrollo de la participación obrera y popular en la toma de decisiones a todos los niveles de la vida nacional que incluye el asumir el control obrero y popular de las palancas fundamentales de la economía nacional y de todas aquellas empresas que están cerradas o en crisis y que desde el punto de vista capitalista no pueden abrirse.

El 23/01/58 se puso en práctica una vez más la concepción estalinista de la revolución por etapas que nos llevó a esa democracia representativa que decimos rechazar. Hoy pareciera que se quiere revivir dicha teoría que nos mantiene en un callejón, que no permite el desarrollo de todos los poderes creadores del pueblo. Allí están todas las fábricas tomadas el año pasado y cuyos trabajadores plantearon su nacionalización y puesta en funcionamiento bajo control obrero, algunas de las cuales volvieron a sus “dueños” originales por agotamiento de la lucha, caso Pepsi Cola en Aragua y SEMOSA en Barquisimeto, que volvieron con financiamiento del gobierno, caso VENEPAL en Carabobo, o que se sigue planteando la pelea a pesar de la indiferencia del gobierno y de la mayoría de las organizaciones políticas que le respaldan, caso Perfumería Crsitian Carol en Caracas, Constructora Nacional de Válvulas en Miranda e Industrias Fénix en Cojedes.

O aprendemos o erramos

Recordar la experiencia del 23/01/58 no puede ser un simple ejercicio memorístico o u estudio para enriquecer nuestra cultura. No. Para los revolucionarios el estudio de la historia de un pueblo tiene el carácter de aprendizaje para no errar. Es el estudio de los métodos y concepciones puestos a prueba para enriquecer nuestro arsenal teórico político para impulsar la revolución en el presente.

Hoy al igual que ayer los trabajadores y pueblo todo estamos dando muestras y enseñando los caminos por donde debe profundizarse la revolución para que esta llegue a buen puerto como llegó la revolución cubana, que permite con unos ingresos muy inferiores a los que goza Venezuela, satisfacer una serie de necesidades, que el capitalismo no puede satisfacer ni aquí ni en los EEUU.

Hoy se nos presenta el reto de construir una Corriente Marxista Revolucionaria con influencia de masas, que permita en los próximos momentos, cuando el pueblo vuelva a poner el problema del poder a la orden del día, pueda ayudar a desarrollarlo y consolidarlo, instaurándose un gobierno obrero y popular en una Venezuela socialista.

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