Cientos de miles de personas que buscan piso no pueden comprarlo por su elevado precio de mercado. El precio de la vivienda ha subido 14 veces más que los salarios entre 1987 y 2004. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de Cientos de miles de personas que buscan piso no pueden comprarlo por su elevado precio de mercado. El precio de la vivienda ha subido 14 veces más que los salarios entre 1987 y 2004. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de viviendas vacías en 2001 ascendía a 2.894.986 frente a 2.475.639 en 1991. Entre 1980 y 2003 se construyeron 7.556.700 viviendas y se crearon sólo 2.750.000 nuevos hogares. Ya existen unos cuatro millones de viviendas vacías. Por otro lado hay cerca de tres millones de familias que carecen de viviendas.

Durante el mandato del PP la tendencia al alza de precios aumentó escandalosamente pero ha continuado igual bajo el gobierno del PSOE. Comprar un piso hoy sin endeudarte durante décadas es imposible. Se suelen firmar hipotecas a 30 años. La deuda de los españoles volvió en julio a batir un récord al superar los 603.763 millones de euros: el pago hipotecario supone ya más del 60 % del salario medio familiar en algunos casos.

Hace falta una política socialista de vivienda

El número de viviendas de protección oficial ha pasado de representar el 60% de las construcciones hace veinte años a no llegar ni al 10% en la actualidad. Los empresarios se niegan a entrar en planes de viviendas que dependen de dinero estatal porque les sale más rentable el negocio vendiendo el piso sin limitación de precio. Está claro que las constructoras no ven ninguna ventaja en las VPO que no pueden ser revendidas por un precio superior al que se compró.

La política que aplicó la derecha en este terreno para lo único que sirvió fue para enriquecer a los grandes capitalistas, a sus amiguetes, a sus compañías inmobiliarias, como estamos viendo en toda la Costa del Sol. En Málaga, el PGOU del alcalde puede ser el pelotazo del siglo, como prolongación y extensión del gilismo, que sigue ganando batallas después de muerto, para que laven dinero negro y especulen con la vivienda mientras miles de familias obreras se endeudan décadas con hipotecas que devoran su mísero salario. El PSOE ha planteado una tímida reforma que no arreglará el problema, basada en aumentar las ayudas a viviendas sociales y la “solución habitacional de los 30 metros”. A pesar de ser una propuesta absolutamente ridícula, el PP la rechazó tajantemente y la patronal inmobiliaria dijo que “el mercado de la vivienda no necesita medidas intervencionistas”. Hay que ser hipócritas para decirlo cuando desde 1996 los pisos cuestan un 500% más gracias a su política de libre mercado y no intervención estatal. La realidad es que los capitalistas que se dedican a la construcción especulativa son un freno para que las familias trabajadoras accedan a una vivienda digna. En el Estado español existen suficientes metros cuadrados urbanizables para construir siete millones de viviendas, el problema es que los terrenos suelen estar en manos de adinerados capitalistas que sólo se preocupan de lavar dinero negro, especular y sacar beneficios. La mejor manera de acabar con el problema de la vivienda sería la aplicación de un verdadero plan socialista de construcción de un millón de viviendas sociales en cuatro años, que se base en nacionalizar las grandes empresas constructoras bajo control obrero y en la municipalización del suelo urbano bajo control democrático de los trabajadores. De esta manera sí se podría acometer la construcción de esas viviendas sociales que se necesitan, porque la vivienda es un derecho que tiene todo ser humano.

Pepe Martín

Portavoz en Málaga de IS-PSOE


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